
Un grupo de investigadores chinos ha encontrado indicios de que Marte posee un núcleo sólido, semejante al de la Tierra, a partir del análisis de los datos enviados por la misión Insight de la NASA. El hallazgo, publicado en la revista Nature, representa un paso importante para entender la estructura interna del planeta rojo y abre nuevas preguntas sobre su evolución geológica y la ausencia de vida.
Conocer la composición de un núcleo planetario no es sencillo. Los científicos suelen utilizar sismógrafos para medir cómo las ondas sísmicas atraviesan o se desvían en su paso por el interior. Si el núcleo es líquido, estas ondas no cruzan de extremo a extremo; si es sólido, tienden a desviarse pero logran atravesarlo. Insight, que llegó a Marte en 2018, fue la primera misión en llevar un sismógrafo a otro planeta, registrando 23 sismos en tres años antes de dejar de funcionar en 2022 debido al polvo acumulado en sus paneles solares.
El análisis de esos registros sugiere que Marte cuenta con un núcleo sólido de unos 600 kilómetros de radio, compuesto principalmente de hierro pero con la presencia de elementos más ligeros como oxígeno, lo que explicaría su estado. Los investigadores estiman que la temperatura en esa región supera los 1,700 grados. Antes de este descubrimiento se creía que el núcleo era completamente líquido.
Sin embargo, la existencia de un núcleo sólido plantea un enigma: si tanto Marte como la Tierra tienen núcleos internos, ¿por qué nuestro planeta conserva un campo magnético y Marte lo perdió hace unos 4,000 millones de años? Los campos magnéticos son esenciales para proteger la atmósfera y permitir condiciones favorables para la vida, ya que actúan como escudos frente al viento solar y la radiación cósmica.
Algunos científicos, como Nicholas Schmerr, miembro del equipo de Insight, sostienen que la lenta cristalización del núcleo marciano impidió la generación de un campo magnético sostenido. Otros, como Daoyuan Sun, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, piden cautela y consideran que la evidencia aún no es concluyente, comparándola con las hipótesis de un núcleo interno en la Luna.
Lo cierto es que comprender el interior de Marte es clave para explicar por qué se convirtió en un planeta árido y desolado, en contraste con la Tierra. El estudio de su núcleo no solo aporta pistas sobre su pasado, sino también sobre la capacidad de los planetas rocosos para sostener vida. Para ello, los expertos coinciden en que será necesario confirmar los datos de Insight con futuras misiones y nuevos sismógrafos.